martes, 29 de septiembre de 2009

Nadando en la nada

Forzada a escribir, porque no escribo hace mucho, me doy cuenta que tengo tanto en la cabeza que no tengo nada qué decir.
Falta de ideas y pensamientos, solo siento preocupación y mucho cansancio.
Deseo mi cama, mi mejor soporte y compañera en la agonía, mas no voy porque... no me apetece.
No sé si el sobrepeso me lleva a tanta flojera o es la desgana de empezar el mañana... y digo desgana porque todo es cansancio, no porque odie volver a despertar.

Despertar a ocuparme del mundo, a seguir con la vida, a pelear en la esquina con algún taxista carero, o tal vez un microbusero; ir a comprar comida; no poder echarme a ver una película; laborar para ganar unos chelines, trabajar para mantenerme firme; no hablar para no gastar mi garganta en vano, no hablar porque no es necesario; preparar café, porque de eso vivo; tratar de cantar aunque no emito ningún sonido... perderme en las calles de esta ciudad cosmopolita, perder mi rostro en las fachadas y ventanas, que cambian mi figura constantemente y me hacen ver graciosa. Sucumbir ante la comida porque siento antojo...
Y volver a mi BF acolchada y con almohadas para esperar al siguiente día, en el que mi rutina, ajena a algún plan de vida, vuelve a empezar, con algunas variantes, pero en todo igual: porque la vida me mantiene en el mismo ruedo día a día sin clemencia, como parte de su juego.

Sólo es cosa de tratar de apreciar el parque con la diferencia de la luz del día anterior: hojas más verdes, ambiente más fresco; cada día tiene su propio peso.

jueves, 23 de julio de 2009

Verde es moda que acomoda


Va sin cuerpo y sin idea, sin regirse por compases musicales ni tempos que lo marginen.
Yo, con un pan en mi mano izquierda, simplemente quiero escribir.

Y por qué? No tengo la más mínima idea. Creo que el hecho de que sea una moda de expresión hace que se me antoje; nunca fui buena en esto, pero no pierdo nada con intentar.

Por alguna razón, releyendo mi mente, noto que cuando expreso cómo me siento por escrito parece que toda historia mía fuera una exageración. Incluso para mi propia mente, cómo siento las cosas es, a veces, una exageración. Casos aislados, por supuesto...
Y si alguna vez tuve ésa inspiración mágica... pues nunca volvió.

Soy mejor escuchando y sacando mensajes y sentimientos bonitos de las cosas... Esto de escribir incluso me es complicado e insípido... prefiero una buena canción... como la que estoy escuchando: Seasons of Love!
Y hablando de "525 600 minutes, how do you measure a year in the life?", es impresionante cómo la vida va cambiando sin darte cuenta y sin darte si quiera un aviso, tipo "curva peligrosa" o algo. Cómo cada cosa que dabas por hecho en verdad era mentira, como tus verdades no son realidad.
Han sido años de cambios, grandes y pequeños, triunfos y derrotas, amores y desilusiones, que, sin dudarlo si quiera, sé que marcan demasiado de lo que viene para mí y muchos de los que están involucrados.
Busco y no encuentro razones para tantos cambios... Creo, fervientemente, en el destino, y creo también, que las personas que se van, o aparecen, tienen que estar ahi en el momento preciso. No antes, no después. Y es en ese entonces cuando dices: "Oye, tú, persona que no conosco pero que espero que aparescas pronto, ¡¿Dónde mieeerrrrrda estás?! ¡¿Qué diablos haces que no apareces?!". Pero luego recuperas la calma y dices: "Oh, está bien... llegarás cuando sea el momento..." Por qué el momento no es ya? Por qué cuando te quedas solo es cuando más necesitas a los que te solían apoyar? Es la clásica enseñanza de "debes aprender a vivir por ti y no por los demás"?... por qué siempre tocarán esas experiencias y no la clásica de autoayuda de "Nunca estás solo"... la verdad es que a uno siempre le llueve sobre mojado.
Suena verdaderamente dependiente vivir de esas ideas, que apuesto muchos las piensan y las tratan de dejar de lado. Y es que, cada quien desea lo que no tiene... y hay quienes tienen "poco" a comparación de los demás. Qué se hace! Somos humanos y no vemos lo que tenemos en frente.
Sólo pido tener más paciencia y comprensión para lo que viene, que, bien que mal, lo tolero y trato de voltearle la tortilla, lo que me es ya casi un deporte... u ocupación.
"It's time now to sing out, tho' the story never ends"

Desde el final del colegio supe, que la realidad fuera de la burbuja, en verdad, no era rosa... y por qué habría de serlo? Nunca fui amante del rosa! A mí me acomoda más que sea azul cielo! Sin límites, con vientos, brisas, huracanes, un poco de smog, nubes donde descansar... alto y (de sentimiento) infinito... Sea la Luna mi compañera de tarde en éstas nuevas aventuras que vienen y mi confidente más confiable en la noche, esa chica nocturna que nunca duerme y tiene una sola cara.
Y si tiene que aparecer aquel personaje principesco en algún momento, le pido por favor que no sea azul: podría confundirse con mi cielo. Sé verde.

viernes, 12 de junio de 2009

Is there an everlasting pill for Migraine?

When Depression wins, Life is never good enough.
what if you're still holding on living, trying not to let go and fall in this deep hole?
what happens when you live Life while your falling down deep?
why are there always questions? Why cannot Life be good enough?
why is Depression the Holly Mother of my despair?
because you like darkness when you're suffreing a big Migraine. 
That's what depression is: a big annoying migraine. 
And it won't let you see and enjoy the bright things.
You can become immune of pills. Is that so with depression?
Now I'm between Life, Depression and migraine, and I have no pills.

jueves, 16 de abril de 2009

A campo traviesa

Cuán solo está el caminante, que teniendo aliados consigo, los echa de lado para andar su camino.
Cuán sola está el alma no querida, que buscando sosiego solo encuentra decepción.
Cuán sola queda una cuando notas que lo que creías tener no era cierto, mas era efímero e inconcluso.

La luna brilla más que nunca sobre mí, la veo mejor, sin neblina ante mis ojos.
El engaño de esa dimensión que me absorbió se disipó ante mis ojos y la distancia.

Si quería creer en algo, simplemente se perdió. Se lanzó al mar del olvido, lago infinito de olas bravas. Que aquella agresiva deidad te mantenga a salvo en tu Odisea, que la mía es en tierra firme, y sin tí.

Dado el cambio de capítulo en este ciclo sin fin, no te pienso, mas te extraño.
O tal vez extraño eso que alguna vez sentí que nos unió.
Busco en otras tierras lo que en tu condado jamás encontré.
Busco tranquilidad en la marea de algún otro mar.
Busco un mástil al cual aferrarme en tormenta.
Busco con quien sembrar en tierras compartidas, para luego cosechar frutos de felicidad.

Mares bravos? No son lo mío.
El aire me invita a volar.
Mis pies pesan cual plomo
por eso no me dejo llevar.

sábado, 21 de marzo de 2009

Nota sin cuerpo

Todo empezó sin planearlo. Te ví, no volteaste y prendiste tu cigarrillo. Me escuchaste y volteaste, fueron mis palabras las que te atrajeron a mí, y sigue siendo así hasta hoy.
No sé cómo ni cuando, pero llegó aquel amargo momento en que no podía dejarte de lado; lo raro fue que ni sabía tu nombre: el hecho que rieras conmigo se metió en mí.
Y poco a poco fui encontrándote, o tal vez tú me encontraste a mí. Odié tantas de tus miradas desvergonzadas, siempre atento a mí. 

A medida que el tiempo avanza, las cosas suelen ponerse mas curiosas, y es que, jamás habría imaginado que tu voz y tu vida habrían sido parte de mi vida diaria. Horas de horas hablando, conociendote a ti, conociéndome a mí.

Cada día que pasa, mi situación es más confusa. No sé por qué aprendí a quererte, y quisiera saber la razón por la cual puedo hablarte mirando tan directamente a tus ojos.

Si volar sin alas es tan fácil si tienes por quién, por qué mis alas no se despegan de mi espalda...
Quisiera poder lanzarme a ese vacío y saber que caeré en tus brazos, saber que el dulce de tus labios será la miel a la cual tendré que acostumbrarme. Oh, quisiera! Que seas feliz; que tus latidos sean acelerados por la existencia de alguien que sepa hacerte feliz.

Sin principio y sin final, me mantengo en el proceso sin conclusión de una historia sin fundamento, una mala broma de la vida que no me deja estar contigo, pero tampoco sin ti.

viernes, 6 de marzo de 2009

Misiva al aire



Estar solo tiene su gracia, pero quién no quiere estar acompañado, por más que disfrute de su soledad?
La soledad sola te acompaña, pero qué hay de esos brazos que encontraste y te dieron todo eso que necesitabas? Y de ese "llámame cuando quieras", "sabes que aquí estoy"?
Por qué cuando disfrutaba estar sola tuvo que aparecer eso que esperaba me sacara de ese agujero tan profundo, pero simplemente no es concreto?
Por qué hablar puede ser tan fácil cuando crees que alguien te escucha?
Por qué haces como si te importara?
Qué difícil es hacerse a la idea de que las cosas no pueden ser,
que es como si fuera, de manera literal, una batalla entre luz y oscuridad?
Que el tiempo que nos distancia es precisamente aquel factor que nos une.
Que esas experiencias que tenemos en común nos hace tan iguales.
Lo peor es que no lo quiero aceptar, porque no quiero. Porque no debo, porque me hiere.

Qué pasaría si ya no te espero?
Reaccionarías en algun momento?

Digo a derecha e izquierda que no estoy segura
Pues sí, no lo estoy.
Pero hay algo que me dí cuenta hace unos instantes:
y es que, lo quiera o no, ya eres parte de mi día a día, y estás en cada comentario, en cada vez que miro hacia algún lado y en cada vez que escucho que alguien llama.