
Estar solo tiene su gracia, pero quién no quiere estar acompañado, por más que disfrute de su soledad?
La soledad sola te acompaña, pero qué hay de esos brazos que encontraste y te dieron todo eso que necesitabas? Y de ese "llámame cuando quieras", "sabes que aquí estoy"?
Por qué cuando disfrutaba estar sola tuvo que aparecer eso que esperaba me sacara de ese agujero tan profundo, pero simplemente no es concreto?
Por qué hablar puede ser tan fácil cuando crees que alguien te escucha?
Por qué haces como si te importara?
Qué difícil es hacerse a la idea de que las cosas no pueden ser,
que es como si fuera, de manera literal, una batalla entre luz y oscuridad?
Que el tiempo que nos distancia es precisamente aquel factor que nos une.
Que esas experiencias que tenemos en común nos hace tan iguales.
Lo peor es que no lo quiero aceptar, porque no quiero. Porque no debo, porque me hiere.
Qué pasaría si ya no te espero?
Reaccionarías en algun momento?
Digo a derecha e izquierda que no estoy segura
Pues sí, no lo estoy.
Pero hay algo que me dí cuenta hace unos instantes:
y es que, lo quiera o no, ya eres parte de mi día a día, y estás en cada comentario, en cada vez que miro hacia algún lado y en cada vez que escucho que alguien llama.
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