sábado, 21 de marzo de 2009

Nota sin cuerpo

Todo empezó sin planearlo. Te ví, no volteaste y prendiste tu cigarrillo. Me escuchaste y volteaste, fueron mis palabras las que te atrajeron a mí, y sigue siendo así hasta hoy.
No sé cómo ni cuando, pero llegó aquel amargo momento en que no podía dejarte de lado; lo raro fue que ni sabía tu nombre: el hecho que rieras conmigo se metió en mí.
Y poco a poco fui encontrándote, o tal vez tú me encontraste a mí. Odié tantas de tus miradas desvergonzadas, siempre atento a mí. 

A medida que el tiempo avanza, las cosas suelen ponerse mas curiosas, y es que, jamás habría imaginado que tu voz y tu vida habrían sido parte de mi vida diaria. Horas de horas hablando, conociendote a ti, conociéndome a mí.

Cada día que pasa, mi situación es más confusa. No sé por qué aprendí a quererte, y quisiera saber la razón por la cual puedo hablarte mirando tan directamente a tus ojos.

Si volar sin alas es tan fácil si tienes por quién, por qué mis alas no se despegan de mi espalda...
Quisiera poder lanzarme a ese vacío y saber que caeré en tus brazos, saber que el dulce de tus labios será la miel a la cual tendré que acostumbrarme. Oh, quisiera! Que seas feliz; que tus latidos sean acelerados por la existencia de alguien que sepa hacerte feliz.

Sin principio y sin final, me mantengo en el proceso sin conclusión de una historia sin fundamento, una mala broma de la vida que no me deja estar contigo, pero tampoco sin ti.

viernes, 6 de marzo de 2009

Misiva al aire



Estar solo tiene su gracia, pero quién no quiere estar acompañado, por más que disfrute de su soledad?
La soledad sola te acompaña, pero qué hay de esos brazos que encontraste y te dieron todo eso que necesitabas? Y de ese "llámame cuando quieras", "sabes que aquí estoy"?
Por qué cuando disfrutaba estar sola tuvo que aparecer eso que esperaba me sacara de ese agujero tan profundo, pero simplemente no es concreto?
Por qué hablar puede ser tan fácil cuando crees que alguien te escucha?
Por qué haces como si te importara?
Qué difícil es hacerse a la idea de que las cosas no pueden ser,
que es como si fuera, de manera literal, una batalla entre luz y oscuridad?
Que el tiempo que nos distancia es precisamente aquel factor que nos une.
Que esas experiencias que tenemos en común nos hace tan iguales.
Lo peor es que no lo quiero aceptar, porque no quiero. Porque no debo, porque me hiere.

Qué pasaría si ya no te espero?
Reaccionarías en algun momento?

Digo a derecha e izquierda que no estoy segura
Pues sí, no lo estoy.
Pero hay algo que me dí cuenta hace unos instantes:
y es que, lo quiera o no, ya eres parte de mi día a día, y estás en cada comentario, en cada vez que miro hacia algún lado y en cada vez que escucho que alguien llama.